En un mercado en Hanoi (Fuente: VNA)
Hanoi (VNA) - El retiro de gigantes internacionales durante los últimos años demostró
que el mercado minorista de Vietnam no es “pan comido” para todos, pero al
mismo tiempo guarda gran potencial para las empresas nacionales que saben
aprovechar las oportunidades.
A pesar de los
impactos del COVID-19, los ingresos del sector minorista de Vietnam superaron
los 170 mil millones de dólares en 2020, equivalente a un aumento de 6,8 por
ciento en comparación con el año anterior.
Pese al gran
potencial del mercado, durante los últimos años la rama registró la salida de
grandes nombres, mediante los negocios de transferencia, funciones y
adquisiciones. Más recientemente, el 1 de este mes Big C, una marca familiarizada
con los vietnamitas durante años, fue sustituida oficialmente por Go! y Tops
Market, como parte de la estrategia de renovación del grupo tailandés Central
Retail. A finales de 2020, E-Mart, el grupo sudcoreano que posee la cadena de
supermercados homónima, anunció su retiro de Vietnam, después de cinco años de
estancamiento pese a sus constantes esfuerzos.
Si en 2016,
las empresas extranjeras ocupaban más de la mitad del mercado, hecho que
despertó pronósticos sombríos del futuro del sector minorista doméstico; cinco
años después, las compañías nacionales superaron a sus rivales foráneas en la
cantidad de establecimientos de venta y están dominando el mercado.
Según datos
oficiales, las empresas vietnamitas representan entre el 70 y 80 por ciento de
los establecimientos minoristas, del total de mil 85 supermercados, 240 centros
comerciales y casi dos mil tiendas de conveniencia en el país.
Los
economistas atribuyeron ese espectacular “contraataque” a la estrategia de los
minoristas nacionales de fomentar su presencia en las provincias y grandes ciudades,
a la par de explorar la potencialidad de las zonas rurales.
En la
actualidad, la intensa competencia entre los minoristas tradicionales, así como
entre ellos y el sector de comercio electrónico, y el cambio del hábito de
consumo requiere de las empresas el desarrollo de modelos de venta apropiados
para cada grupo de la clientela.
Numerosos
especialistas pronosticaron que el comportamiento de los clientes seguirán
cambiándose rápidamente en 2021. Además, continuará la tendencia de traslado de
los megamercados y centros comercial-recreativos desde las grandes ciudades a
los suburbios.
Entre tanto, en medio de la pandemia del COVID-19, una gran
cantidad de consumidores optan por el comercio electrónico. En 2020, los
ingresos de las ventas minoristas en línea crecieron 18 por ciento, al alcanzar
12 mil millones de dólares, cifra que seguirá subiendo en el futuro cercano.
Ante esas
tendencias, los expertos recomendaron que para mejorar la competitividad y
aprovechar las oportunidades, las compañías nacionales necesitan prever y
adaptarse a las nuevas predisposiciones, y crear nuevos servicios para
distinguirse de sus rivales y generar más valores agregados para los
clientes.
También
deben aprovechar los canales de distribución directos y en línea, sugirieron./.